lunes, 9 de julio de 2012
Estudiando con celebridades (por Roberto Volpe)
Los alumnos del UNITRE de Perugia han contado sus experiencias, vivencias y recuerdos. Un poco para conocerse, un poco para practicar el idioma y seguramente para vivir un tiempo de añoranza a través de las fotos. Esperamos vuestros comentarios.
Señoras y Señores:
Ya os habéis vuelto aplicados en adivinar los compañeros de la clase cuando eran niños. Hoy os pido un salto de altura: vosotros tenéis que adivinar otros dos personajes destacados en la vida pública italiana.
El primero seguramente es conocido por todos vosotros porque lleva muchos años que con la TV os manda a dormir muy tarde casi cada noche. Es un periodista famoso, ha escrito muchos libros, le gusta discutir de política en su escenario televisivo, pero aún mejor goza cotilleando más o menos de la vida pública y privada de diferentes personajes; además es famoso por su lunar.
El segundo se ha vuelto famoso en los años setenta como fundador, junto a otro personaje de mayor altura moral, de un movimiento político de extremo izquierda. Y los dos fueron condenados a veintidós años de prisión por haber ordenado un homicidio; La prensa nacional e internacional habló de él por última vez el pasado 16 de enero; él ha escrito unos libros vendidos en su mayoría en Italia pero es aún un fugitivo de la justicia.
Pero ahora volvamos a echar el punto de nuestro asunto para contaros de mí, de la clase en general, de la maestra y de la escuela. Estamos en el año 1949, en una clase de enseñanza primaria de un colegio de educación privada concertada. Aun entonces la escuela privada muy a menudo era mejor que la escuela pública. Pero yo, como otros compañeros fuimos obligados a matricularnos allí porque teníamos recién cinco años y no podíamos ir a la escuela pública.
Mis padres aceptaron de buen grado esa solución porque el año anterior me había quejado todos los días que no quería ir al jardín de infancia donde las monjas me enseñaban a rezar, a bordar y a estar callado. Es así que cada mañana, cuando era la hora de salir de casa, daba un berrinche, me escondía debajo de una mesa imaginando que nadie podía verme y cuando mi madre me arrastraba al jardín de infancia que estaba cerca de casa empezaba a llorar y a gritar a voz en cuello que quería ir a la escuela como mi hermana.
En la escuela yo estaba muy feliz y comprometido a entender todo lo que la maestra enseñaba. Eramos casi todos muy buenos, pero el niño que en la foto arriba es el segundo a empezar desde la izquierda era muy aplicado en italiano, se destacaba de todos los demás y en segunda clase se leían sus composiciones a voz alta.
El niño que en la foto está de pie cerca de la pizarra era un muchacho prepotente y travieso, pero incluso muy inteligente y listo.
En la clase había, sea varones que hembras y todos estábamos por la niña morena y por su tirabuzón.
Estábamos felices; la maestra, que todos queríamos, enseñaba jugando con nosotros. Fue un período de mi vida muy importante que no se puede olvidar.
Un pintor de Bucarest (por Ornella Busti)
Los alumnos
del UNITRE de Perugia han contado sus experiencias, vivencias y recuerdos. Un
poco para conocerse, un poco para practicar el idioma y seguramente para vivir
un tiempo de añoranza a través de las fotos. Esperamos vuestros
comentarios.
Un pintor de Bucarest (por Ornella Busti)
El señor que se ve en la foto ha sido, sin lugar a dudas, la persona más interesante que haya conocido en mi vida. Digo era, porque ha muerto, un pintor que venía de Bucarest, o sea de Rumanía, y había ido a vivir en Asis porque era muy religioso. Se llamaba Dragutescu (su nombre era Dacu). Lo conocí porque su mujer daba clase de francés y yo necesitaba aprender el francés para dar un examen en la universidad. Aunque fuese un hombre ya entrado en años, fue para mí una afinidad inmediata. Por una parte me sentía intimidada por su notoriedad, dado que era un artista famoso, por otra me enamoré de su maravillosa personalidad. Era un hombre encantador, que te hacía percibir la belleza del arte. Sus obras eran poéticas, y revelaban un alma noble, delicada. Hacía sobre todo dibujos, pero pintaba también cuadros de colores tenues. No fue solo él que me encantó, sino toda su familia. Su mujer, holandesa, era una mujer extraordinaria, amable, muy bonita, instruida. Además, vivían en una de las casas más bonitas de Asís, una casa antigua situada justo debajo de la Fortaleza (La Rocca Maggiore), por lo tanto se podía admirar un panorama que no es fácil encontrar en otras ciudades.
Incluso conocían a mucha gente de todas partes del mundo que íban a visitarlos, por eso se me abrieron horizontes desconocidos, se me reveló el mundo del arte. Recuerdo una velada maravillosa en su casa. Había una decena de personas que venían de diferentes paises, por tanto los idiomas se
mezclaban, y en fin cada uno de ellos recitó una poesia en su lengua, fue muy conmovedor escuchar esas poesías sin comprender nada, pero saboreando la musicalidad de los versos. Cuando, después de mi licenciatura, estuve en Londres cuatro meses, encontré a Dragutescu por una exposición suya, y lo pasamos muy bien juntos visitando la ciudad. Fuimos a ver el observatorio de Greenwich , incluso escuchamos un concierto. El fue también mi testigo de boda y me regaló uno de sus cuadros. Durante nuestra amistad me retrató dos veces. Tengo también un retrato de mi marido y uno de mi hija cuando era una niña. Mi amistad con esa familia fue muy duradera, no solo mientras ellos vivían en Asís, sino también cuando se trasladaron a Roma. En su casa de Roma, gracias a ellos, conocí a mucha gente interesante, pintores y escritores famosos. En conclusión puedo decir que haber conocido a un hombre tan rico desde el punto de vista cultural por cierto me ha enriquecido la vida.
UN MOMENTO IMPORTANTE EN MI VIDA (Ornella Busti)
Los alumnos
del UNITRE de Perugia han contado sus experiencias, vivencias y recuerdos. Un
poco para conocerse, un poco para practicar el idioma y seguramente para vivir
un tiempo de añoranza a través de las fotos. Esperamos vuestros
comentarios.
UN MOMENTO IMPORTANTE EN MI VIDA (Ornella Busti)
La profesora nos había pedido que trajéramos una foto de familia, una foto que traiga recuerdos de un momento importante de nuestra vida, por lo tanto hemos elegido esta foto. Está claro que se trata de un momento agradable, feliz, porque estamos en la playa, o sea es verano, la estación de las vacaciones. Para nosotros que vivíamos en un pueblo, además muy lejos del mar, ir a la playa y estar en la playa por lo menos un mes era una maravilla, era una cosa que esperábamos con mucho deseo durante todo el año. Si mis padres decidían ir al Mar Adriatico solían elegir la ciudad de Fano, a pesar de que tuviese una playa muy concurrida, En cambio la ciudad elegida en el Mar Tirreno era Ostia que, en aquel tiempo era todavía un lugar de vacaciones. Más tarde, cuando ya iba para los veinte años, empezamos a ir a Toscana, donde el mar era más bonito, así que tuvimos la oportunidad de conocer esos lugares tan hermosos. En el centro de la foto está mi madre, que era una mujer muy bonita. Luego, cerca de mi mamá estamos mis hermanos y yo. Las chicas que están de pie detrás de mi mamá son mis primas de Asís que venían de vacaciones con nosotros,primero porque lo pasábamos muy bien juntas, segundo porque eran huérfanas, por tanto mi madre les consideraba como a su hijas. Mis primas tenían también dos hermanos; uno de ellos se ve en la foto de pie detrás de mì. Todos juntos éramos una familia y nos queríamos mucho. Me acuerdo de estas vacaciones con mucho placer, pero recuerdo también muchos momentos felices que compartíamos con mis primas, las fiestas, los primeros enamoramientos, los amigos, las carcajadas que nos dábamos juntas, a pesar de que se tratase casi siempre de naderías.
De la escuela recuerdo bastante, no tanto de los primeros años de la enseñanza media, sino del bachillerato, sin embargo son muchos los compañeros que he olvidado. También mis hermanos iban al colegio a Asís, por lo tanto íbamos juntos. Ibamos con la bicicleta hasta un punto de encuentro donde nos encontrábamos con otros estudiantes que venían de los alrededores (Bastia, Foligno, Spello), y donde dejábamos nuestras bicicletas porque la subida final hasta el colegio era muy cansadora. Me acuerdo muy bien el viento frío que soplaba sobre nosotros y que venía del Monte Subasio. Llegábamos al colegio con las mejillas rojas como tomates. Sin embargo nuestra salud era mucho más sana que la de ahora.
Mi niñez (por Ornella Busti)
Los alumnos del UNITRE de Perugia han contado sus experiencias, vivencias y recuerdos. Un poco para conocerse, un poco para practicar el idioma y seguramente para vivir un tiempo de añoranza a través de las fotos. Esperamos vuestros comentarios.
MI NIÑEZ (Ornella Busti)
Por lo que se refiere a mi niñez, os parecerá extraño,pero no me acuerdo nada hasta la edad de ocho, nueve años. Por un lado lo siento mucho porque todos suelen decir que los de la infancia son los recuerdos más bonitos, por otro la cosa no me molesta mucho, por lo tanto lo acepto sin dramatizar. Además hay alguien que dice que si uno ha olvidado un periodo de su vida casi completamente quiere decir que ha sido muy feliz. En la foto se ven cuatro niños. Somos mi hermano menor y yo, y mis primos de Roma que solían ir a Asís para pasar las vacaciones con nosotros durante el verano. A pesar de que no me acuerde nada de mi infancia, voy a contar algo de mi vida de niña reconstruyéndola a través de las fotos de familia que, por suerte, son muchas. Yo vivía en una casa muy ancha con tres plantas y un ancho jardín alrededor de ella. La casa se encuentra a lo largo de la carretera que de Santa Maria degli Angeli lleva a Asís. El panorama que se ve es estupendo porque se puede contemplar la ciudad en toda su bellezza como un cuadro. Dado que yo he empezado a mirar ese espectaculo desde mi nacimiento, es posible que por eso yo haya desarrollado mi afición por el arte. En casi todas la fotos mis hermanos y yo estabamos en el jardín, eso significa que pasábamos muchas horas jugando afuera. Aunque la carretera estuviera muy cercana, no era peligroso porque en aquel tiempo no había trafico, y eran pocos los coches que pasaban. Jugabamos mucho con nuestros perros y gatos, y nos gustaba mucho encaramarnos a los árboles. Hay una foto de un perro blanco al quel le habíamos puesto las gafas. De este perro me acuerdo que tenía un caracter fuerte: se tumbaba delante de la chimenea que encendíamos siempre durante el invierno y nadie podía acercarse. En la huerta teníamos frutas y verduras de todo tipo así que, mi madre me decía, nuestras comidas en la huerta eran cuantiosas. La casa tenía muchas habitaciones, pero, como he dicho antes, recuerdo muy poco, sin embargo me parece tener un cierto recuerdo de la gran escalera que subía de la planta baja a las plantas altas, y casi por cierto tengo un recuerdo del comedor donde estaba el piano, visto que, así me han dicho, empecé a tocarlo a los cinco años. En conclusión he hablado muy poco de mi infancia ya que parece estar enterrada en el olvido. Entonces contaré uu poco màs de la adolescencia cuando la memoria por fin aparece. De la escuela recuerdo poco. Los recuerdos empiezan a los nueve años, cuando asistía a la última clase de la enseñanza primaria. Entonces hacía falta aprobar un examen para pasar a la escuela media. Me acuerdo al maestro, que era severo, pero muy bueno. Estaba enamorada de su hijo, eso sí que me lo acuerdo bien. Ahora el chico es uno de mis mejores amigos.
MI NIÑEZ (Ornella Busti)
Por lo que se refiere a mi niñez, os parecerá extraño,pero no me acuerdo nada hasta la edad de ocho, nueve años. Por un lado lo siento mucho porque todos suelen decir que los de la infancia son los recuerdos más bonitos, por otro la cosa no me molesta mucho, por lo tanto lo acepto sin dramatizar. Además hay alguien que dice que si uno ha olvidado un periodo de su vida casi completamente quiere decir que ha sido muy feliz. En la foto se ven cuatro niños. Somos mi hermano menor y yo, y mis primos de Roma que solían ir a Asís para pasar las vacaciones con nosotros durante el verano. A pesar de que no me acuerde nada de mi infancia, voy a contar algo de mi vida de niña reconstruyéndola a través de las fotos de familia que, por suerte, son muchas. Yo vivía en una casa muy ancha con tres plantas y un ancho jardín alrededor de ella. La casa se encuentra a lo largo de la carretera que de Santa Maria degli Angeli lleva a Asís. El panorama que se ve es estupendo porque se puede contemplar la ciudad en toda su bellezza como un cuadro. Dado que yo he empezado a mirar ese espectaculo desde mi nacimiento, es posible que por eso yo haya desarrollado mi afición por el arte. En casi todas la fotos mis hermanos y yo estabamos en el jardín, eso significa que pasábamos muchas horas jugando afuera. Aunque la carretera estuviera muy cercana, no era peligroso porque en aquel tiempo no había trafico, y eran pocos los coches que pasaban. Jugabamos mucho con nuestros perros y gatos, y nos gustaba mucho encaramarnos a los árboles. Hay una foto de un perro blanco al quel le habíamos puesto las gafas. De este perro me acuerdo que tenía un caracter fuerte: se tumbaba delante de la chimenea que encendíamos siempre durante el invierno y nadie podía acercarse. En la huerta teníamos frutas y verduras de todo tipo así que, mi madre me decía, nuestras comidas en la huerta eran cuantiosas. La casa tenía muchas habitaciones, pero, como he dicho antes, recuerdo muy poco, sin embargo me parece tener un cierto recuerdo de la gran escalera que subía de la planta baja a las plantas altas, y casi por cierto tengo un recuerdo del comedor donde estaba el piano, visto que, así me han dicho, empecé a tocarlo a los cinco años. En conclusión he hablado muy poco de mi infancia ya que parece estar enterrada en el olvido. Entonces contaré uu poco màs de la adolescencia cuando la memoria por fin aparece. De la escuela recuerdo poco. Los recuerdos empiezan a los nueve años, cuando asistía a la última clase de la enseñanza primaria. Entonces hacía falta aprobar un examen para pasar a la escuela media. Me acuerdo al maestro, que era severo, pero muy bueno. Estaba enamorada de su hijo, eso sí que me lo acuerdo bien. Ahora el chico es uno de mis mejores amigos.
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